Grasas
y riesgo cardiovascular
Desde
hace muchos años se está hablando cada vez más de las grasas, de la composición
nutricional de los alimentos, del riesgo cardiovascular o la pérdida de peso.
Toda esta moda se generó a partir de un movimiento mediático en el que se
criminalizaba a las grasas como culpables de los niveles de obesidad o el
aumento de los casos de patologías cardiovasculares. Por lo tanto en este post
trataremos a modo de introducción los efectos de distintos tipos de grasa en
relación con el riesgo cardiovascular.
En primer lugar, hay que conocer
que son las grasas. Éstas son unos nutrientes insolubles en agua.
Hay lípidos
complejos como los triglicéridos, que es la forma en la que se almacena la
grasa en nuestro organismo; fosfolípidos (que forman las membranas celulares) y
otros.

Las grasas tienen múltiples funciones importantes. La principal es la función energética, ya que su oxidación nos aporta una gran cantidad de energía (9
Kilocalorías por gramo de grasa); de reserva de energía; estructural, formando
parte de membranas celulares; térmica, ya que ayuda a mantener la temperatura
corporal; depósito y vehiculizador de vitaminas como la Vitamina A, K, E y D; y otras funciones, por ejemplo formar
parte de la estructura básica de algunas hormonas.
RIESGO
CARDIOVASCULAR
Para
evaluar el riesgo cardiovascular hoy día se tienen en cuenta unas moléculas que
viajan por la sangre transportando lípidos. Estas moléculas son las
lipoproteínas de alta densidad, más conocidas como HDL o colesterol bueno, las
lipoproteínas de baja densidad, mas conocidas como LDL o colesterol malo, y los
quilomicrones, que son lipoproteínas que transportan mayoritariamente
triglicéridos de la dieta, por eso son conocidos como los triglicéridos de la
sangre.
Las partículas de LDL transportan colesterol desde el hígado hasta los
tejidos, y está demostrado que tienen una alta capacidad aterogénica. Es decir,
tienen capacidad para formar placas de ateroma en las arterias. En cambio, el
colesterol HDL lleva el colesterol desde los tejidos y las partículas LDL hasta
el hígado para que este sea eliminado junto a la bilis al sistema digestivo.
Por esto, el LDL se conoce como colesterol malo, ya que altos niveles en sangre
de este aumentan el riesgo cardiovascular. En cambio el HDL disminuye este
riesgo.
Hay
mucha incertidumbre acerca de si ciertos tipos de ácidos grasos aumentan el
riesgo cardiovascular.
En
primer lugar los ácidos grasos saturados, que generalmente forma parte de la
grasa de alimentos de procedencia animal como la carne o la leche, puede que
tengan un efecto negativo sobre el riesgo cardiovascular aumentando los niveles
de LDL, aunque nuevas investigaciones están llegando a conclusiones diferentes.
Si que está bien demostrado que el consumo de ácidos grasos insaturados,
como el aceite de oliva como ejemplo de grasa monoinsaturada, o los ácidos
grasos poliinsaturados, poniendo la grasa de los frutos secos o del pescado
como ejemplo, tienen un efecto cardioprotector, mejorando los niveles de HDL y
LDL
Se ha
comprobado que hay una mejora importante en los niveles de LDL y HDL en
personas que practican deporte de forma regular.
Por lo
tanto, si que se puede llegar a la conclusión de que es recomendable para
nuestra salud cardiovascular sustituir los ácidos grasos saturados por ácidos
grasos insaturados. Esto se consigue mediante una dieta variada y equilibrada,
con un consumo moderado de carne y dando preferencia a los pescados,
consumiendo también una ración diaria de frutos secos, y utilizar siempre
aceite de oliva virgen extra en lugar de otras grasas. Si todas estas pautas
las combinamos con actividad física diaria los beneficios están garantizados.
Para
concluir, es importante acudir al médico con cierta regularidad para controlar
los parámetros que nos informan del riesgo cardiovascular y acudir a un
dietista-nutricionista para que nos indique pautas concretas para mejorar estos
valores de forma individualizada.
En
próximos posts hablaremos del efecto sobre la salud de los productos “bajos en
grasa” o “lights”, efectos sobre la salud de dietas con un alto contenido en
grasas y del poder dañino, o no, del colesterol que ingerimos.
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